El Trail me transporta a lugares increíbles. Desafío Lurbel

Ríopar, Albacete 12 abril 2015

Ultra Trail desafio lurbel.
Distancia: 65km.
Desnivel acumulado: 3.800 metros de desnivel positivo


Siempre en mis crónicas suelo hablar de sensaciones y de lo que pienso, pero nunca plasmo lo que siento. En esta crónica es en la única que voy a escribir lo que real mente he sentido


03:30AM. Todo listo, puestas las ganas, la ilusión, la equipación guerrera, la sonrisa y en mi mente visualizando la entrada a meta
04:30 AM. Ya en línea de salida, noto mis manos sudorosas, nerviosas, mis ojos inquietos mirando a mi alrededor y observando a cada corredor intentando averiguar qué nervios tendrán.
Mi boca  ya la noto seca por los nervios, pero en todo momento pintando una gran sonrisa. 
Mi mente está fuerte preparada y mentalizada para terminar pero sobre todo preparada y con ganas de disfrutar.
Mi corazón inquieto lo estoy notando latir, la música y el ambiente me invaden y me hacen dar saltitos sin sentido, de la propia felicidad. 
Los 200 participante estamos ya agrupados y impacientes por comenzar. 
Vanessa con sus compañeros de aventura

05:00h 3, 2, 1 gooo  Arranca la carrera, Mis oídos se agudizan escucho y siento cada zancada impulsadome para avanzar.
Dejamos el pueblo atrás y la senda se empieza a estrechar, estoy bien llevo un ritmo de carrera muy bueno, avanzó y disfruto del lugar, la luna y las balizas se ven brillar, estoy feliz, emocionada al ver el estupendo entorno iluminado por los frontales de los compañeros, voy animando y preocupándome por las inmensas torceduras de tobillos que observo de los corredores. 
Llego al km 7 casi sin darme cuenta y recalcó que estoy fenomenal.
Llegando al km 8 noto como mis pulmones intentan respirar. una sensación extraña, noto el aire intentando entrar por ellos una y otra vez, noto como unos pitidos al comprimirse los pulmones y no permiten entrar el aire. Sin quererlo me tengo que parar. Bebo agua y me dispongo a continuar. Intento coger aire por la nariz sin poderlo conseguir, llevo una respiración fuerte y me cuesta avanzar, varios corredores me adelantan y me preguntan - que? como vas?
Yo intento sonreírles y disimular diciéndoles -vamos que esto esta ya!!

Del km 8 al km 9 el dolor en el pecho por querer respirar va a más. En ningún momento me pienso en parar puesto que acabo de comenzar, en ese momento empieza a chispear siento como cada gota que me cae por la piel me refresca y me enfría a la vez, por un momento se me olvida que algo dentro de mi no va bien. Termino la subida y empiezo a bajar, las piedras resbaladizas me retrasan un poco mas. Por el km 10 no me recupero, el dolor en el pecho es intenso, noto el aire entrar por el esófago y no poder continuar. En esos momentos empiezo a plantearme el terminar, me da miedo que esto valla a más.

Llegando al km 11 veo el el avituallamiento al fondo. En ese instante mis ojos se empiezan a humedecer, ahora el nudo en la garganta es el que no me permite respirar, noto como las lágrimas caen por mis mejillas sin poderlo evitar. 
y es que el dolor cuando es por dentro, duele más.
Esta claro ha llegado el momento de terminar y la meta no voy a cruzar. 

En el avituallamiento los voluntarios y miembros de la organización me intentan consolar.
Pero en ese momento siento una impotencia que no puedo explicar, es frustrante ver como tus piernas y tu mente te piden  más y el simple echo de no saber que es lo que tienes no te deja avanzar. Por que me encuentro bien pero no puedo respirar.

En el avituallamiento hay otro corredor retirado por una torcedura de tobillo. La organización nos lleva en furgoneta hasta el pueblo y es de camino cuando mi mente da un giro y me digo a mi misma:
Vanessa "a veces pasan cosas"
Soy consciente de que tengo un problema y llorando no lo voy a solucionar. 
Les pregunto a Tito (miembro de la organización), que si les puedo ayudar en algo, ya que no he podido terminar y disfrutar la carrera, me gustaría vivirla de otra manera.
En ese momento Tito me dice: - "...en un avituallamiento vendrías muy bien".

No me lo pienso dos veces, y me sumo de voluntaria.

Vuelvo al mismo avituallamiento donde me retire, pero  el hecho de animar a cada corredor y sacarles una sonrisa en sus momentos de dolor y en sus momentos de pensar que no pueden más, hace que se me olvide por completo el dolor que llevo por dentro.

A pesar de todo he disfrutado, he vivido un Trail muy diferente a lo habitual, he visto las dos caras y me quedo con todo lo bueno y positivo que me ha aportado este Desafio Lurbel.

Dar las gracias a la organización y a los voluntarios, sobre todo con los que compartí avituallamiento que sin conocerme me dieron fuerzas y me arroparon como si me conocieras de siempre.

Y sobre todo darle las gracias a mis guerreras que estaban sufriendo por mi. Gracias por animarme antes de la carrera y después de ella, siento por dentro que las he fallado por que creyeron que podría y no pude.

Soy optimista y me quedo siempre con lo bueno.

Foto línea de salida
No puedo negar que al escribir la crónica no se me haya derramado alguna que otra lagrimilla. Pero se que esto, no va a hacer que me rinda ni que deje de intentarlo.
El año que viene lo intentaré de nuevo, e iré con más ganas y más ilusión.
 

SOY GUERRERA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Síguenos Twitter

COMPARTE

Guerreras visitadas